La portavoz de EAJ-PNV en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia, ha atribuido al impulso de la sociedad civil el mérito de la reforma del artículo 49 de la Constitución, que corrige la expresión anacrónica y ofensiva de disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos con la que se refiere a las personas con discapacidad. “Es a las asociaciones y organizaciones de personas con discapacidad y a sus familiares a quienes hoy especialmente hay que agradecer su labor incesante, no sólo para visibilizar las necesidades específicas de un colectivo que representa a más de cuatro millones de personas en España, sino también por el trabajo en favor del reconocimiento de sus derechos y, sobre todo, del derecho a ejercitarlos en condiciones de igualdad y libertad”.

Así, ha emplazado a los poderes públicos a derribar los obstáculos que impidan ejercitar estos derechos en plenitud. “Es importante trasladarlos de forma efectiva a la vida real. Que sigamos impulsando políticas para la promoción, inclusión y desarrollo de la autonomía personal de las personas con discapacidad. Hay que seguir trabajando para derribar las barreras que les impiden el pleno ejercicio de sus derechos y libertades y el desarrollo de sus capacidades”, ha señalado. “No están reclamando más derechos ni derechos específicos, lo que nos están demandando es el derecho a ejercitarlos en libertad y en igualdad de condiciones que todo el resto de la ciudadanía”.

Sin embargo, la portavoz jeltzale ha lamentado que la adhesión de PP y PSOE para posibilitar esta reforma constitucional contraste con el veto que imponen ante cualquier posibilidad de ampliar el debate a otros aspectos de la Carta Magna. “Nos hubiera gustado que se hubiese aprovechado esta oportunidad para debatir otras cuestiones que, desde nuestro punto de vista, exigen igualmente una adecuación y un encaje constitucional a los actuales tiempos políticos y sociales: como el reconocimiento pleno de los derechos históricos del pueblo vasco y su derecho a decidir libre y democráticamente su futuro, o sobre a la inviolabilidad de quien ostenta la Corona, o sobre la supresión del tutelaje del ejército sobre la unidad del Estado”, ha enumerado.

El Grupo Parlamentario Vasco ha renunciado a presentar enmienda alguna al texto, a la vista de que la Mesa del Congreso ya vislumbró un acuerdo táctico entre los dos grupos mayoritarios y no admitió a trámite ninguna de las presentadas, y que la posición de la Mesa del Senado no se iba a desviar de aquella decisión, tal y como se ha podido constatar. “Esta será la tercera reforma de la Constitución en sus 45 años de vigencia, algo que cabría interpretarse como el blindaje al que se somete a la Carta Magna”.