El senador Luke Uribe-Etxebarria ha reiterado la posición favorable de EAJ-PNV para que Georgia acceda, lo antes posible, a su condición de candidato oficial para su ingreso en la Unión Europea. En un encuentro que una delegación del Senado realiza en Tbilisi con parlamentarios de Georgia, encabezados por el presidente de su Parlamento, Shalva Papuashvili, y el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara, Nikoloz Samkharadze, el senador jeltzale ha constatado que Georgia y el pueblo georgiano “han apoyado de manera incesante una orientación proeuropea de su país” y, por lo tanto, “merecen y tienen el derecho a vivir en cooperación y unión con países libres, democráticos y prósperos de la familia europea”.

En línea con la moción aprobada a iniciativa del Grupo Vasco el 2 de noviembre en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, en la que todas las formaciones -salvo la abstención de Vox- reclamaron apoyar la condición de Georgia como país europeo con vocación de ingresar en la UE, Uribe-Etxebarria ha destacado que esa concesión como candidato a la adhesión por parte de la UE “enviaría un mensaje firme de esperanza y solidaridad a los ciudadanos de Georgia, y demostraría que la Unión Europea está decidida a estar a la altura de los retos actuales y de su visión de futuro”. Por ello, ha pedido que el Consejo Europeo le conceda sin demora esa condición de país candidato, “una vez que haya cumplido las prioridades indicadas por la Comisión Europea, demostrando así que está a la altura de su responsabilidad histórica”.

Asimismo, el portavoz jeltzale de Asuntos Exteriores en el Senado ha añadido que de esta manera enviaría “señales políticas claras en el contexto actual de la brutal guerra de agresión contra Ucrania librada por Rusia, expresando así un mensaje político claro de que Georgia ha elegido irreversiblemente una senda europea, que no debe ser objeto de injerencias de terceros”. Uribe-Etxebarria ha estimado que “los acontecimientos pasados han demostrado que la no ampliación de la UE tiene un coste estratégico enorme y puede socavar la seguridad y la estabilidad en nuestro continente”. “Su ingreso es también una inversión geoestratégica para una Unión Europea estable, fuerte y unida”, porque responde “a los valores e intereses políticos, económicos y de seguridad” de la Unión, ha apostillado.