El Grupo Parlamentario Vasco ha presentado en el Senado una moción en la que solicita que “las Administraciones concernidas colaboren de manera activa en la solución de los problemas de la empresa Talgo, en la búsqueda de socios financieros e industriales”, al objeto de asegurar “la viabilidad futura de la empresa y preservar, o incluso ampliar, sus puestos de trabajo”. Cabe recordar que del más de un millar de trabajadores de Talgo, 700 personas están empleadas en la factoría de fabricación de trenes del pueblo alavés de Ribabellosa, a las que hay que añadir el empleo indirecto que genera, por ejemplo, en numerosas empresas del ámbito de la calderería, la soldadura o la electricidad.

En el texto de la moción, que se debatirá en la Comisión de Industria y Turismo del próximo lunes, el senador jeltzale entiende la reciente decisión del Gobierno español de rechazar la compra de Talgo por parte del Consorcio húngaro Ganz-Ma Vag Europe por razones de  “seguridad económica, cohesión territorial y desarrollo industrial”, dadas sus conexiones con una empresa rusa del sector en un momento de fuertes restricciones y sanciones a la Rusia de Putin por su invasión de Ucrania, que pone en riesgo la seguridad del conjunto de la Unión Europea.

Sin embargo, Uribe-Etxebarria destaca que “el veto no soluciona los problemas de la empresa”, que necesita, por un lado, inversores para tomar el relevo del fondo Trilantic Europe -que, con un paquete accionarial del 40%, quiere salir del capital-, y por otro, debe disponer de capacidad industrial adicional para responder adecuadamente a unos contratos y pedidos en niveles récord con un valor de más de 4.000 millones de euros.