La senadora de EAJ-PNV, Maribel Vaquero, ha trasladado a la ministra de Transportes Movilidad y Agenda Urbana el enfado existente en Euskadi por la merma de la calidad del servicio ferroviario de media y larga distancia. El reciente cambio de las unidades Alvia por Intercitys en dos de los tres trayectos diarios de Donostia a Madrid ha sido el último episodio que ha encendido los ánimos de las personas usuarias, una variación “cuyo motivo se desconoce”, ha aseverado Vaquero, que ha preguntado a la ministra Raquel Sánchez “cuál es la razón de este cambio, según ustedes temporal, y durante cuánto tiempo se va a ampliar esta temporalidad”, cuestiones que no ha respondido la ministra.

En el pleno de control al Gobierno de hoy, Vaquero ha explicado que esta merma “supone un añadido más al enfado generalizado de la ciudadanía vasca y de su tejido económico, que ve como se pierden oportunidades”. De hecho, se suma a la acumulación de desagravios como la eliminación de frecuencias del servicio directo Donostia-Barcelona de la tarde y en dirección opuesta a primera hora de la mañana, que requieren ahora de una unión entre la capital guipuzcoana y Vitoria-Gasteiz, y que exige, además, un trasbordo con la unidad que viene desde A Coruña, “si es que hay plazas libres”. Además, ha recordado que no se ha recuperado la línea Irun-Lisboa, que llegaba hasta Hendaia en ancho ibérico, o los constantes retrasos que hacen que “la puntualidad sea una anomalía”. La ministra Sánchez ha negado estas carencias describiendo unos supuestos servicios que han llevado a la senadora de EAJ-PNV a afirmar que viven “dos realidades diferentes: la que a usted le cuentan y la que nosotros sufrimos”.

Maribel Vaquero ha aprovechado para subrayar el “absurdo logístico” que supone que, siendo paso de frontera en Europa, Euskadi no disponga de tren de alta velocidad. La senadora de EAJ-PNV ha repartido entre los Gobiernos de PSOE y PP la responsabilidad del “retraso sin calificativos del desarrollo de uno de los nueve ejes prioritarios europeos”, refiriéndose al Eje Atlántico, lo que provoca, asimismo, la pérdida de oportunidades de desarrollo de todos aquellos territorios que forman parte de ese Eje Atlántico debido a su “desventaja con otros territorios tanto en tiempos de trayecto como en la calidad de los servicios”.