El senador de EAJ-PNV, Luke Uribe-Etxebarria ha reclamado a la vicepresidenta Nadia Calviño, que dé cauce a una “participación real” de las comunidades autónomas en la elaboración y el diseño de la adenda al Plan de Recuperación. En la comparecencia, esta tarde, de la Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital ante la Comisión Mixta para la Unión Europea, para informar sobre los avances relativos al Plan de Recuperación, el portavoz jeltzale ha abundado en la línea expresada ayer por la diputada Idoia Sagastizabal en el Pleno del Congreso, al manifestar que “no ha existido una verdadera cogobernanza, real y efectiva, ya que su Gobierno ha trabajado de una manera unilateral y unidireccional, sin una verdadera participación de las Comunidades Autónomas, y con un enfoque claramente centralista”.

Uribe-Etxebarria ha destacado la “oportunidad única” que supone la adenda de los 70.000 millones de euros en forma de préstamos, de cara a ajustar y corregir diversas cuestiones, y ha emplazado al Gobierno español a contar con EAJ-PNV. “Déjense ayudar, desplegando diálogos y acuerdos, y evite que este Grupo tenga que eludir corresponsabilizarse en esta cuestión si no modifican su esquema de trabajo”, ha deslizado.

A las constantes alusiones a la cogobernanza por parte de la vicepresidenta primera, el senador jeltzale le ha replicado que “confunde la cantidad de reuniones con la calidad de las mismas”, y le ha reprochado la pretensión del Gobierno español de limitar el papel de las comunidades autónomas a “ser meras receptoras de encomiendas de gestión, incluso en políticas públicas cuya competencia recae en las mismas, e incluso cuando es a las CCAA a quienes corresponde ejecutar el 50% del primer tramo de ayudas europeas; es decir, unos 35 mil millones de euros”. Así pues, Uribe-Etxebarria ha reclamado un “cambio de orientación” del Gobierno español en el diseño del reparto de los Fondos Europeos.

Respecto al contenido del Plan y a su ejecución, Uribe-Etxebarria ha subrayado que, desde el punto de vista de las empresas, “persisten barreras que dificultan acelerar la implementación del Plan”, y ha citado como ejemplo la excesiva burocracia o la desmedida atomización de las convocatorias. “Eso provoca, por ejemplo, que un solo proyecto deba de trocearse por tener que presentarse a siete convocatorias distintas, suponiendo una carga administrativa para las administraciones y para las empresas”. También ha advertido que las empresas carecen de un portal de información donde se recoja de manera completa toda la información existente, y que, en muchos casos, cuentan con plazos muy reducidos para presentar los proyectos, obstaculizando su presentación, sobre todo en el caso de las PYMES.