La portavoz del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia, ha reclamado al ministro Luis Planas que adopte las medidas necesarias correspondientes a su ámbito de competencia para resolver la crisis que sufre el sector vitivinícola. En la pregunta que ha realizado, en el pleno de hoy, al responsable de la Cartera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Beltrán de Heredia le ha trasladado la preocupación de EAJ-PNV por la situación de la Denominación de Origen Rioja que, al igual que el resto de vinos del conjunto de las denominaciones de origen, ha visto decrecer sus ventas y bajar sus precios, a la par que aumentan sus costes de producción. “Existe un total desequilibrio entre oferta y demanda, y no se puede permanecer impasibles esperando que sea el propio mercado quien regule la producción, expulsando de la actividad a cientos de explotaciones familiares que son, además, el fundamento y eje transformador en Euskadi”, ha manifestado la senadora jeltzale.

Beltrán de Heredia ha valorado que tanto el Gobierno Vasco como la Diputación Foral de Araba han implementado varias ayudas: por pérdida de rendimientos, para contratar seguros, al viñedo viejo y a la destilación y también a la vendimia en verde. “Llama la atención que la ayuda a la vendimia en verde, una medida tradicionalmente mal acogida en la Denominación Rioja, y a la que este año han recurrido más del 12% de la superficie del viñedo, de la cual más de la mitad pertenece a explotaciones prioritarias y/o jóvenes agricultores”, algo que, tal y como ha subrayado “evidencia la situación crítica que vive el sector”.

La ordenación de la Denominación de Origen Rioja corresponde al ministerio de Agricultura, debido a su carácter supra-autonómico, una Denominación que ha sufrido pérdidas del 6,6% en la exportación y una reducción de precios hasta los 5,5 euros por litro de promedio. Esta situación, ha constatado la senadora jeltzale, además de afectar a las bodegas, “está repercutiendo de una forma brutal sobre el último eslabón de la cadena, el más vulnerable, el de las y los viticultores, quienes tienen que asumir la caída de los precios de mercado y, al mismo tiempo, soportar un incremento de costes de más del 20%”.