La portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, ha valorado positivamente el “primer paso” dado por el Gobierno español, al condenar por primera vez el bombardeo de Gernika, aunque ha lamentado que haya “eludido reconocer la responsabilidad histórica del Estado” en el ataque aéreo. En el Pleno de hoy en el Senado, la representante de EAJ-PNV ha interpelado al ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, reclamando al Gobierno español un gesto de desagravio y, una vez conocida la declaración institucional acordada por el Consejo de Ministros esta mañana, le ha preguntado “por qué el Gobierno español no es más contundente y firme en la condena y petición de perdón con el pueblo de Gernika como símbolo de tantos municipios bombardeados, incendiados y arrasados”.

En la jornada en la que se conmemora el 85 aniversario del ataque aéreo a la localidad vasca, la representante jeltzale ha emplazado a “ofrecer un gesto de reparación a los supervivientes; a ayudar a superar el dolor y a cicatrizar las heridas que permanecen abiertas aún en las nuevas generaciones”. Tras compartir el gesto de cercanía que tuvo la semana pasada el Presidente Sánchez, viajando a Kiev para expresar al presidente Zelenski sus condolencias por la pérdida de vidas inocentes y reiterar el pleno apoyo de España al pueblo ucraniano, le ha advertido que “hoy, lo que le correspondía era estar en Gernika”.

Además de evidenciar la tardanza en la declaración institucional, “después de 85 años del bombardeo, y de más de 40 años de democracia”, Beltrán de Heredia ha recordado al ministro Bolaños que la memoria democrática “exige a los gobiernos asumir los hechos acontecidos en el pasado independientemente de la responsabilidad directa en los mismos y de quién los gobierne, y sea cual sea la forma de Gobierno. Es el principio de continuidad del Estado”, ha subrayado. Así, ha asegurado que “es obligación de los gobiernos democráticos asumir y reconocer la responsabilidad, en este caso, de las tropas sublevadas y del Gobierno franquista en el bombardeo sobre la población civil de Gernika. Es un ejercicio de verdad, de memoria y también de justicia que se hace de cara al pueblo de Gernika y a las víctimas”, ha concluido.