José María Cazalis ha emplazado al Gobierno del Estado a que trabaje en favor de la descarbonización en el transporte, aunque sin demonizar el uso de los motores diésel. El senador de EAJ-PNV ha valorado como imprescindible la apuesta por el coche eléctrico, aunque ha recordado que lo principal es “avanzar en la reducción de las emisiones de carbono, objetivo que, en la actualidad, es compatible con el uso de los propulsores de diésel fabricados a partir de 2014”.

“Es importante avanzar en el desarrollo de la tecnología eléctrica de los vehículos y en los puntos de recarga y su despliegue, pero esto no va a ocurrir de la noche a la mañana. Mientras, tenemos que seguir apostando por combustibles y motores menos contaminantes que los actuales en aquellos sectores del transporte y la industria en los que la propulsión eléctrica aún es muy incipiente y tardará mucho en desarrollarse”.

Pese a que la ausencia de la Ministra para la Transición Ecológica ha obligado a aplazar la interpelación que tenía previsto realizar en el pleno de hoy con el objetivo de reclamar medidas complementarias urgentes para avanzar en la reducción de emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero de los vehículos de transporte e industriales, el senador ha emplazado al Ejecutivo central a “hacer un planteamiento más realista, fraccionado por sectores y abierto a los avances de las diferentes tecnologías energéticas”, en relación a la anunciada medida que prevé eliminar estos motores para el año 2050. “El objetivo es la descarbonización, no la electrificación y deberemos de ir adaptando los sistemas a las tecnologías más avanzadas y de referencia en cada sector y en cada momento, hasta llegar a las emisiones 0 de gases de efecto invernadero, óxidos contaminantes y partículas”.

“Se está creando una incertidumbre entre los conductores, que ante la falta de infraestructuras para un uso normalizado de vehículos eléctricos opta por esperar para cambiar de coche, lo que produce el efecto contrario, al ser los más antiguos los que más contaminan”. Además, ha recordado que existen numerosos ámbitos en los que la sustitución del diésel y gasolina será más difícil y requerirá una adaptación paulatina de tecnologías y combustibles, como en el caso del transporte pesado de mercancías por carretera, transporte marítimo o por ferrocarril no electrificado, vehículos del ejército, bomberos, policías, excavadoras o tractores.

El senador ha vuelto a advertir del peligro de amenaza de cierre de las empresas del sector de la automoción, porque los coches diésel y gasolina no se demanden y no les dé tiempo a adaptarse o las marcas decidan fabricar sus nuevos modelos en otros países. Por ello, ha reclamado tiempo y ha emplazado a “fomentar la renovación del parque diésel mientras se desarrolla decididamente y sin dudas el vehículo eléctrico o de cualquier otra tecnología no contaminante”.