José María Cazalis ha instado a la Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación a que fraccione el contingente de lomos de atunes adquiridos sin aranceles a países con los que la Unión Europea  no mantiene ningún acuerdo preferente en asuntos pesqueros. El portavoz del Grupo Vasco en el área de pesca trata así de evitar que la inyección del total de la oferta en el mercado durante las primeras semanas del año produzca un hundimiento de los precios del atún entero congelado. “Se trata de una distorsión de los precios que perdura y resulta difícilmente reversible a lo largo del resto de la campaña; eso supone un gran perjuicio para nuestra flota atunera e incluso para nuestras conserveras”, ha asegurado el senador jeltzale. Como ejemplo, el senador ha citado que en el año 2014 el contingente ya se había agotado para el día 10 de enero.

La medida propuesta por Cazalis en la pregunta realizada en la sesión de Control al Gobierno, está condicionada por el reglamento UE/2015/2265 del Consejo, ya que este permite hasta 2018 la importación a Europa de 25.000 toneladas (ampliables a 30.000) de lomos de atunes y listados que se destinen a una transformación sin pagar ningún arancel ni impuesto. Es por ello que, hasta el final del periodo de vigencia de dicho reglamento, el fraccionamiento del contingente es la única salida para “mitigar la distorsión que producen cada año, sin que esto afecte al objetivo declarado de asegurar el abastecimiento a la industria conservera”.

De hecho, el senador de EAJ-PNV pone en duda que el motivo de que se mantengan e incluso aumenten esos contingentes arancelarios sea precisamente garantizar un adecuado abastecimiento de la industria de transformación y no poner en peligro la elaboración de productos de la pesca en la Unión, tal y como lo justifica el citado reglamento de la UE, ya que “la flota europea y la de países con régimen preferencial pescan alrededor de 800.000 toneladas de atún entero disponible todo el año a buen precio; además, siempre se puede importar atún, lógicamente, con el arancel correspondiente”.

Como ya señalara hace dos años el propio Cazalis en el Pleno en el que pidió eliminar la cuota de importación de lomos de atún sin aranceles de países que no cumplan las medidas sanitarias y de derechos humanos, la importación de lomos pre-manufacturados que van directamente a la conserva supone además una gran pérdida de puestos de trabajo en el Estado español. “Hablamos de piezas limpias y listas para ser introducidas en los últimos pasos del proceso de conserva y enlatado; los puestos de trabajo para extraer esos lomos se crearían en los países de origen, no aquí”. Entonces, el portavoz jeltzale cifró en 1.000 las personas que harían falta durante 288 días a pleno rendimiento para manufacturar ese atún entero, puestos de trabajo que desaparecerían, al igual que también harían falta menos arrantzales para faenar y menos buques que se construyen en nuestros astilleros.