El portavoz del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado ha exigido al Gobierno del Estado que democratice el Valle de los Caídos poniendo en marcha un proceso de resignificación del conjunto monumental. A través de una moción, Jokin Bildarratz ha demandado en la Comisión Constitucional de la Cámara Alta que el centro “pase a ser un exponente de la verdad de lo ocurrido durante la Guerra Civil y la posterior Dictadura; que los estudiantes y visitantes que visiten en centro lo hagan a un lugar de reflexión y de conocimiento”.

La moción que ha sido rechazada con los votos del Partido Popular, a pesar de contar con el apoyo del resto de Grupos, reclamaba una desjerarquización del conjunto monumental en el que ocupan un lugar destacado los restos del dictador Franco y del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. Por ello, ente otras cuestiones, Bildarratz ha llamado a alcanzar un nuevo acuerdo con el Abad de la Santa Cruz del Valle para exhumar los restos ambos, atendiendo a las recomendaciones realizadas en el Informe de la Comisión de Expertos para el Futuro del Valle de los Caídos. El portavoz jeltzale ha constatado que “no hacer nada es hacer algo: es mantener la jerarquía de unas víctimas sobre otras”.

En  esta línea, el Partido Popular ha presentado una enmienda de sustitución a la iniciativa de EAJ-PNV en la que ha justificado que para realizar estos cambios es necesario buscar un amplio consenso de la sociedad española, citando como ejemplo que aún hay gente que coloca esquelas en el aniversario de la muerte de las referidas dos personas; un argumento que ha sido recriminado por el resto de portavoces. En similar línea se había mostrado anteriormente el Secretario de Estado de relaciones con las Cortes que ha hablado de que “hay cuestiones superadas” y que “hay quien prefiere pasar página”. Bildarratz ha estimado que el PP “no comparte el espíritu de la Ley de Memoria Histórica”, recordando las declaraciones de Mariano Rajoy en las que se vanagloriaba de no haber destinado a ella ni un solo euro en cinco años, y ha denunciado que “su discurso es uno, pero sus acciones son otras”.