María Eugenia Iparragirre ha llamado a redireccionar el foco de las actuaciones para abordar la violencia de género y situarlo en los agresores en lugar de hacerlo en las víctimas. En la comparecencia que la Ministra de Igualdad ha ofrecido esta mañana, la portavoz jeltzale ha criticado a Dolors Montserrat que en su intervención no haya mencionado ningún programa de trabajo con los hombres de cuestionamiento de los modelos de masculinidad, y ha aprovechado para poner en valor el programa Gizonduz impulsado desde el Gobierno Vasco a través de Emakunde.

La portavoz del Grupo Vasco ha vuelto a subrayar la importancia de abordar la violencia de género, entendida como máximo exponente de la desigualdad entre hombres y mujeres, desde el sentido más amplio de la educación preventiva, dando especial importancia a la coeducación, aunque sin limitarse a ella. “Las charlas de coeducación están muy bien, pero tiene que ser un trabajo continuado y obligado, como lo puede ser en otras materias”.

De la misma manera, ha vuelto a ampliar el espectro de la educación a otros ámbitos más allá de la escuela, poniendo énfasis en los medios de comunicación. “Son potenciales herramientas para perpetuar la visión social de los roles que ayudan a mantener esa desigualdad, pero también son herramientas para cambiarla”, ha señalado, recordando la labor realizada en Euskadi con medios de comunicación y agencias de publicidad. Por otra parte, la representante jeltzale ha opinado que la interposición de la denuncia por violencia machista “no debería de ser la única vía para que se activen los mecanismos” para que se empiece a trabajar con las mujeres que se están enfrentando a esta situación.  

En la comparecencia enmarcada dentro de la Comisión General de Comunidades Autónomas, a la que ha asistido la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, también ha tomado parte el portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, Jokin Bildarratz, que ha reivindicado que la violencia machista sea considerada una cuestión de estado. El senador jeltzale ha llamado la atención acerca de la diferente repercusión en prensa y las diferentes medidas tomadas en casos de muertes por terrorismo y las acaecidas a consecuencia de la violencia machista. “Más 2.400 muertes en treinta años es un drama no asumible por una sociedad democrática en la que el 50% de sus integrantes no tienen garantizado su derecho a vivir en libertad”, ha censurado antes de emplazar a la ministra de Igualdad a que esta situación tenga su reflejo en los Presupuestos Generales del Estado. “Este tema no puede tener límites; estamos hablando de vidas”.