Forma parte de ella José María Cazalis, como representante del Grupo Parlamentario Vasco en la Ponencia de estudio para la evaluación de diversos aspectos en materia de residuos y el análisis de los objetivos cumplidos y de la estrategia a seguir en el marco de la Unión Europea.

La República Federal de Alemania tiene una experiencia de 15 años en su sistema de aplicar una fianza al precio de productos envasados en botellas de plástico, vidrio y latas, que se recupera al devolverla en los puntos de recogida habilitados. En opinión del senador jeltzale, “el sistema posee indudables ventajas, como la de incentivar el reciclaje y obtener mejores materiales al evitar ser mezclados con los de menor calidad, por lo que se valoran y se pagan más”. Sin embargo, esa mayor valoración puede resultar contraproducente. “Desequilibra el sistema de recogida, ya que el resto de residuos plásticos pierde valor e interés para las empresas del Sistema Integrado de Gestión, lo que trae como consecuencia que las instituciones, y por ende los ciudadanos, deban asumir un mayor coste para su tratamiento. Así pues, el usuario pagaría dos veces: una al adelantar la fianza, que no recuperaría si no devolviera el envase, y otra para tratar los residuos de menor valor”. El senador jeltzale subraya, además, otra desventaja: “Las tiendas deben de adquirir las máquinas o disponer de almacenes para los envases y, además, tienen que adelantar el pago de la fianza a la espera de que las empresas del Sistema Integrado de Gestión se la desembolsen”.

La delegación la completan, además de Cazalis, la presidenta de la Comisión, María Jesús Ruíz; el socialista, Miguel Fidalgo; el portavoz de Entesa, Joan Saura; el letrado de Cortes Generales, Alejandro Rastrollo; y Eduardo del Vas, de Relaciones Internacionales. Están visitando puntos de recogida de retorno automático de envases de un solo uso y reutilizables (los supermercados Penny, Kaufland y Lidl; y la gasolinera Aral), un mercado de bebidas contenidas en envases reutilizables, la planta de Rhenus de conteo de envases que se han recogido mediante retorno manual así como su planta de reciclaje, y la fábrica de la compañía Tomra en la que se fabrican las máquinas de recogida.