El representante de ANAR ha explicado sus experiencias y los resultados obtenidos a lo largo de los 20 años transcurridos desde la puesta en funcionamiento del teléfono de atención a la infancia. En su último año, 2014, la Fundación ha atendido un total de 363.183 llamadas y correos electrónicos de todo el Estado en casos de niños y adolescentes, adultos y familias, y casos de niños desaparecidos. Referidos a la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra, las líneas del menor y el adulto supusieron 27.759 y 5.492 llamadas respectivamente; 24 y 18, vía correo electrónico en casos de orientación especial; y 27 llamadas sobre niños desaparecidos en Euskadi y ninguna en Navarra.

Los problemas más recurrentes en las llamadas realizadas por menores suelen ser las dificultades de relación (16%), y problemas psicológicos (13,5%) y sentimentales (13,1%); mientras, en lo que respecta a llamadas realizadas por adultos en representación de un menor, destacan los problemas jurídicos (15,3%), y los maltratos físicos (13,5%) y psicológicos (9,9%).

Apartado especial merecen las desapariciones de menores, la mayoría de cuyas denuncias a través de ANAR se han producido debido a fugas (55,8%), aunque se ha detectado un alto grado de secuestros parentales (25,4%). Precisamente esta situación de secuestros parentales es la que ha llevado a José María Cazalis a entablar una estrecha relación con la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo. Como consecuencia de esa colaboración, en mayo del pasado año el Pleno del Senado aprobó una moción del Grupo Vasco en la que solicitaba al Gobierno estatal que adoptase medidas de carácter jurídico-normativo para evitar y combatir los casos de secuestros de menores por parte de los progenitores.