En opinión de Jokin Bildarratz, su “función vengativa es una búsqueda de posicionamiento fácil de cara a las elecciones; es algo irresponsable”, y por ello había solicitado en sus enmiendas la supresión de todos aquellos supuestos en los que aparezca el citado concepto. De la misma manera, ha lamentado el rechazo de todas sus enmiendas en la Cámara Alta al Proyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal.

Concretamente, la agrupación jeltzale ha presentado 96 enmiendas, que no han sido aceptadas al igual que las del resto de Grupos Parlamentarios, a excepción de las del Grupo Popular. El representante del Grupo Vasco en la Comisión de Justicia se ha mostrado en “desacuerdo, tanto en el fondo como en las formas” del Grupo Popular para superar el trámite en la Cámara Alta. “No ha habido ni una llamada para tratar de alcanzar un acuerdo”, ha desvelado.

Bildarratz agrupó en nueve temas las enmiendas presentadas por su Grupo, haciendo especial hincapié en su rechazo a la denominada prisión permanente revisable. “Es un eufemismo para referirse a la cadena perpetua y pedimos la supresión de todos aquellos supuestos en los que aparezca ese concepto”. El portavoz del Grupo Vasco argumentó su postura recordando que el Proyecto de Ley niega absolutamente varios preceptos de la Constitución española, que rechaza que las penas sean inciertas, que atenten contra la dignidad humana y que resulten inhumanas, además de que elimina la función de reinserción de las penas. “Los constituyentes renegaron de la cadena perpetua, pero el grupo mayoritario la restablece”, apuntó.

El senador jeltzale ha evidenciado que el Grupo Vasco “no puede avalar una norma cuyo ajuste a los principios generales de derechos y libertades fundamentales configurados por convenios o tratados de derechos humanos suscritos por el Estado español, y el propio sistema de derechos y libertades de la Constitución española resulta discutible con esta adaptación”.

En lo referente al resto de iniciativas tendentes a mejorar el texto propuesto por el Gobierno, éstas se centraban en reducir el agravamiento punitivo generalizado en el nuevo texto; en conservar el principio resocializador de las penas que establece el precepto constitucional; en concretar de términos jurídicamente indeterminados; o en recoger la sustracción interparental de menores. De la misma manera, solicitaron un mayor reproche penal en delitos como la utilización de menores de edad, el maltrato a animales o la corrupción. Bildarratz también censuró la “gran improvisación” del PP y el PSOE en materia antiterrorista, cambiando el texto previsto al calor del atentado de motivación islamista en París.