Sala de Prensa

26/04/2018

Cazalis reclama acciones para paliar los efectos medioambientales adversos de las toallitas higiénicas

El senador de EAJ-PNV ha presentado una moción consecuencia de interpelación en la que demanda planes de actuación y cambios normativos.

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José María Cazalis ha reclamado al Gobierno central que elabore planes de actuación y cambios normativos para prevenir y evitar los efectos medioambientales adversos derivados de la utilización de materiales de higiene personal de uso común. A través de una moción consecuencia de la interpelación defendida esta semana en el Pleno, el senador jeltzale ha recordado que verter toallitas no biodegradables por el inodoro origina un “problema de primer orden” con un gran aumento del coste de la gestión de las aguas residuales, afectando gravemente a las redes de saneamiento, al medioambiente e incluso a la actividad pesquera.

El representante de EAJ-PNV ha denunciado que prácticamente ninguna de las toallitas comercializadas para higiene personal o para uso médico, bronceadoras o para la limpieza de metales, plásticos o cristales, es biodegradable ni dispersable. Sin embargo, “confundidos por el propio etiquetado de los productos, que en muchos casos son anunciados como ‘toallitas para sanitarios’, ‘toallitas húmedas para WC’  o incluso como ‘papel higiénico húmedo’, son arrojadas por el inodoro”, ha explicado. Estos desechos, que normalmente no se desintegran, originan problemas al atascarse en alcantarillados, estaciones de bombeo o depuradoras, con el consiguiente incremento en los costes de mantenimiento. Como ejemplo, el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia ha pasado de dos limpiezas al año en 2009 en una de sus estaciones de bombeo a realizar una limpieza mensual, multiplicando el gasto por diez. Las toallitas vertidas en los sistemas de saneamiento sin depurado final, llegan directamente al mar, afectando gravemente al ecosistema marino e incluso a la actividad pesquera.

Cazalis ha explicado que el 94% de las toallitas contienen plásticos en su composición y prácticamente el 6% restante, basa su composición en fibras de celulosa unidas mediante un ligante químico, lo que también las convierte en no biodegradables. Sin embargo, ha avanzado que en la actualidad ya se dispone de un tercer tipo de toallitas, fabricadas en Euskadi por empresas punteras en el sector, que están empezando a comercializarse en todo el mundo y como marca blanca de algunas grandes superficies del Estado, y cuyas fibras de celulosa están trenzadas y entrelazadas entre sí, de forma que no necesitan ningún otro método añadido para mantener su estructura, pero se deshilachan y desaparecen con suma facilidad, por lo que “cumplen con las características esenciales para su destrucción y desaparición sin dejar rastro mecánico ni biológico”.

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