José María Cazalis ha calificado como “falta de sensibilidad y de respeto” el trato que el Ejecutivo español dispensa a los colectivos pesqueros femeninos. En la sesión de control al Gobierno de esta tarde, el senador jeltzale ha evidenciado la contradictoria línea que sigue el ejecutivo en referencia a este grupo de trabajadoras, ya que mientras la titular de la cartera de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente utiliza bonitas palabras en favor de la igualdad y un mayor protagonismo de la mujer, “parece que el Ministerio de Trabajo y el Instituto Social de la Marina no comparten esa reflexión”, ha sentenciado.

Cazalis ha exigido a Isabel García Tejerina que su ministerio “tome las riendas” en este asunto, “cumpla con lo prometido y defienda al colectivo de mujeres de la mar”. El senador lekeitiarra ha recordado a la titular de la cartera que engloba a la pesca que “hay mujeres que se han esforzado en obtener certificados de profesionalidad, se han organizado, asociado y federado para diferenciarse y luchar contra el intrusismo” y sin embargo, a la vista de la actitud del Ministerio de Empleo “estaríamos hablando más de fomento del intrusismo que de lucha contra esa lacra”.

El portavoz jeltzale en el área de Agricultura, Pesca y Alimentación ha avisado que, lejos mejorar las condiciones de rederas, empacadoras y neskatilas, “el ministerio de Trabajo amenaza con sacarlas del Régimen Especial del Mar aduciendo que en muchos casos son familiares del barco para el que trabajan o que con las escasas retribuciones por su actividad no se pueden considerar como su principal fuente de ingresos”. En el aspecto referente a los coeficientes de reducción de la edad de jubilación o de reconocimiento de las enfermedades profesionales, que sí se reconocen a los arrantzales que realizan la labor extractiva, Cazalis ha señalado que “no puedo decir nada, porque no se ha hecho nada”.

La ministra García Tejerina se ha limitado en su respuesta a reproducir argumentos empleados en el Congreso de la Red Española de Mujeres del Sector Pesquero realizado en Santander, algo que Cazalis ha calificado como “una absoluta falta de respeto a un colectivo que se ha esforzado mucho para cumplir con todas las condiciones que les ha ido poniendo la administración y que incomprensiblemente aún sigue siendo discriminado”. Asimismo, también ha considerado la intervención “una falta de respeto al propio Senado y a su función de control del Gobierno”.